REGLAS DE ORO ANTE UN LARINGECTOMIZADO
1. No le interrumpas cuando habla.
2. No finjas que le has entendido cuando no es cierto, dile simplemente: no te entendí, repítemelo de nuevo.
3. No le hables alto, utiliza un tono de voz normal. No es sordo.
4. No les compadezcas, sólo ayúdales en lo que puedas a vivir mejor. Ahora ya no son enfermos.
5. No les evites por la calle por temor o desconocimiento de su problema. Él sigue siendo el mismo y tu saludo significa mucho para ellos.
6. No le mimes en exceso, sé moderado, pues ellos son personas adultas y maduras.
7. No le agobies, respeta su deseo de estar en silencio.
8. Déjale desahogar su mal genio, pero enséñale a que no sea de forma destructiva y que empiece a pensar de forma diferente cuando se sienta frustrado.
9. Enséñale a vivir ahora y a no desperdiciar momentos actuales en pensamientos inmovilizadores sobre el futuro, no hay otro momento en el que sea posible vivir que en el presente.
10. Apóyale, anímale y ayúdale a descubrir el sentido de la vida.